Un ambiente que recordaba a los partidos de pandemia que fue de menos a más.
Un ambiente raro se ceñía sobre la Ciudad Deportiva Rafael Gordillo. Apenas había público y se escuchaba más a los jugadores que a los pocos aficionados. Nos recordaban a épocas pasadas donde los partidos se disputaban a puerta vacía y sin apenas afición en las gradas.
El partido comenzó con la misma intensidad que la que tenía las gradas, ninguna. Sin intensidad por parte de ningún equipo. A medida que iban pasando los minutos los equipos se iban haciendo grandes y los porteros eran quienes se mostraban como los mejores de su equipo. Guilherme hizo dos grandes paradas, una a Escudero, en un mano a mano que achicó bastante bien el portero que impidió el gol visitante, y a Diego Esteban.
La segunda parte ganó muchas más intensidad que la primera. Dos equipos con ganas de querer llevarse el partido y sacar los 3 puntos en un ambiente raro y difícil para los dos equipos. Un penalti para el Algeciras por mano tras una salida de un corner de Souleymane cambió aún más el partido.
Javier Avilés no falló y marcó el gol para los visitantes. Con el gol del Algeciras el Betis Deportivo comienza a crecerse y a hacerse grande con el balón. Con una buena jugada trenzada el filial verdiblanco consiguió empatar el partido. Un buen cabezazo de Marcos Fernández que Lucho García paró abajo, Destiny enganchó el rechace y marcó el gol del empate.
Los equipos comenzaban a tener suerte y salvarse. El Algeciras se salvó por un palo al igual que el Betis Deportivo en los minutos finales. Un disparo con comba de Éric Montes se estrelló en el travesaneo. El balón iba con mucho peligro pero que finalmente no consiguió entrar.
Un empate a puntos para los dos equipos. El Algeciras lleva ya 3 jornadas seguidas en las que puede rascar al menos un punto. El Betis Deportivo solo ha perdido un partido, contra el Intercity en la primera jornada. Un partido que queda en empate con muchas ocasiones para ambos equipos que podía haber caído en cualquier lado.
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