diciembre 4, 2024

El reascenso se paga más caro que nunca

Manu Nieto, lamentando una ocasión fallada ante el Lugo/ Foto: FC Andorra
Manu Nieto, lamentando una ocasión fallada ante el Lugo/ Foto: FC Andorra

Por tercera jornada en lo que va de temporada, ninguno de los equipos que han descendido a Primera Federación ha logrado la victoria.

Un descenso siempre es un duro golpe para cualquier equipo que lo sufre, y si es a Primera Federación, donde son cuarenta los equipos que aspiran a la promoción a LaLiga Hypermotion, lo es mucho más. Andorra, Villarreal B, Alcorcón y Amorebieta fueron los conjuntos que padecieron esta “suerte” la temporada pasada y que, como recién descendidos que son, parten como favoritos para volver a Segunda

No obstante, caer a la categoría de bronce del fútbol español normalmente provoca una estampida en las plantillas en forma de traspasos durante el mercado estival. El Alcorcón, por ejemplo, ha renovado absolutamente todo su plantel, al igual que el Amorebieta, con la única excepción de Unai Marino, su capitán. Por otro lado, el Andorra se ha visto obligado a contrarrestar 21 bajas y el Villarreal B, a reorganizar una plantilla con varias bajas en beneficio del primer equipo.

Falta de gol, posesión inútil y plantillas nuevas

El problema principal del Andorra es la evidente falta de gol; es el equipo en puestos de play-off que menos tantos a favor tiene en su casillero. Las bajas de Lobete, Scheidler e Iván Gil, sus máximos anotadores la temporada pasada, han hecho mella en un conjunto que aunque continúa siendo amo y señor de la posesión, no es capaz de llevar el esférico al fondo de la red de la meta rival. Necesitan casi diez disparos para mover el marcador.

Problema que no maneja, por ejemplo, el Alcorcón. Los de Pablo Álvarez han marcado diez goles en seis jornadas, solo el filial del Sevilla ve puerta más veces que ellos. Sin embargo, marchan en una decimocuarta posición que de no ser por la diferencia de goles, sería la antepenúltima. El equipo llega a tirones al área rival, a base de probar y volver a probar ya que más allá de Capitas, no cuenta con un centrocampista creador que dicte el ritmo del juego, lo que hace inútil su casi 60% de posesión por partido.

Algo parecido le sucede al Villarreal B. Aunque no cuenta con la posesión del Andorra ni del Alcorcón, sí suele disputar la pelota a los rivales, pero no es capaz de controlar la situación cuando el balón comienza a merodear su área. Además, ha tenido que lidiar con bajas muy sensibles que ya tienen ficha en el primer equipo y que, aunque Marcelino no les de minutos de forma regular, sí forman parte de sus expediciones. Es el caso de Diego Conde, Espigares, Pau Navarro o Requena.

El Amorebieta, por decirlo de algún modo, adolece de una falta de identidad clara. Si el Andorra maneja el juego a la perfección, el Alcorcón es uno de los más goleadores y el Villarreal B aprovecha bien sus llegadas, los futbolistas zornotzarras no tienen un estilo marcado. Aunque después del 5-0 del Zamora, hasta hace unos días colista, las alarmas han saltado en el Nuevo Urritxe, el conjunto azulón simplemente necesita tiempo para rodarse y para que la mano de Julen Guerrero comience a influir en los resultados.