El Sanluqueño logra su primera victoria en casa y prende la alarma en Fuenlabrada

Un Fuenlabrada nada combativo suma su cuarta derrota del curso ante un Sanluqueño mucho mejor plantado en el campo.

Inédito el Fuenlabrada por vestir como su hermano mayor en la capital, completamente de blanco. Inédito también el Sanluqueño, no por su indumentaria, sino por no haber lograda vencer en El Palmar después de tres intentos. Eso sí, ambos conjuntos sí tenían un denominador común: comenzar a sumar urgentemente para salir del descenso tras solo haber sumado siete puntos de 24 posibles.

Poco atrevimiento pero contundencia al choque y más intenciones por parte de un conjunto madrileño que encontró un verdadero desahogo en la banda de Abde Damar. Aún así, poca verticalidad y pocas alternativas en lo que parecía un encuentro en el que los visitantes tendrían la posesión y los locales saldrían a la contra cuando pudieran. No terminó de ser ese el dibujo del partido, ya que el Sanluqueño también demostró saber mover el esférico.

Lo que efectivamente no sobraron fueron ocasiones. En el primer periodo tan solo se pueden apuntar un par. Un disparo arriba de Cedric con su zurda después de abrirse hueco en la frontal, y otro de Valverde centrado que Samu Pérez detuvo sin ningún inconveniente. A excepción de la lesión de Carlos González, que hoy sumaba su segunda titularidad consecutiva, poco más aconteció en tierras gaditanas.

El encuentro pedía cambios a gritos en la segunda mitad, y aunque no los hubo, sí que se animó rápidamente. Como si el Fuenlabrada no hubiera salido al campo, o como si hubiera pillado a sus once futbolistas subiéndose las medias y colocándose las espinilleras, a los 45 segundos de retomarse el juego, Colau entró como cuchillo en mantequilla por la espalda de Barbosa y se la colocó perfecta con un centro raseado a José Enrique para rematar a placer entre los dos centrales.

El Fuenlabrada parecía desorientado. No lograba encadenar más de una decena de pases en campo rival. Abde seguía intentándolo y Cedric se desgañitaba corriendo para ofrecer desmarques. Pero ni Aguza ni Galindo lograban encontrar la claridad. Solo Barbosa logró meter el miedo a Samu Pérez con una volea sin ángulo que casi acaba en la escuadra. Poco después, Guti volvió a encontrar la espalda del lateral y, de nuevo raseando, la colocó al punto de penalti. No hubo remate.

Como dicen que no hay dos sin tres, de nuevo a la espalda de Barbosa y tras una recuperación polémica de Kikín, Adri Cuevas cayó a banda y la colgó al segundo palo. Allí apareció Valverde para hacer su cuarto tanto de la temporada y poner el drama en las caras de los madrileños. El Sanluqueño pudo matarlo con un mano a mano de Valiño que Lucas Díaz detuvo y al final, lo que acabó llegando fue algo de picante para los últimos minutos.

Abde, cambiado de banda, desbordó por banda derecha y cuando parecía que la ocasión perdía vértigo, encontró a Currás en la frontal para que la colocara rasa al palo alejado. Lejos de suponer un punto de inflexión para intentar generar algo de asedio sobre la meta del Sanluqueño, los locales se hicieron con el balón y lo durmieron para certificar su primera victoria en El Palmar y huir de la penúltima posición del grupo 2.